Historia de vida de Epifanio Benítez, caficultor colombiano del municipio de Mesetas, Meta
Epifanio Benítez es técnico de campo y productor de café en la asociación de cafeteros La Macarena y Sumapaz “Café Masú”. Tiene 42 años y vive en el municipio de Mesetas, en el Meta, donde nació y creció. Allí desarrolla su proyecto social y productivo con el café.
La asociación Café Masú se creó en 2008 por iniciativa de productores y líderes de las veredas del municipio, pero fue hasta 2014 que se consolidó como una organización que agrupa a caficultores de los resguardos indígenas de Villa Lucía y Ondas del Cafre, pertenecientes a la etnia Nasa.
Estas comunidades se dedican 100% a la agricultura y a la elaboración de artesanías y productos derivados del café. Con su trabajo, involucran a toda la población indígena y jóvenes, quienes realizan distintas actividades agrícolas en las fincas ubicadas dentro de los resguardos. Así, promueven el relevo generacional en la producción de café dentro del municipio.
El café que produce la asociación se distingue por su acidez cítrica muy herbal, una característica propia de la región. Los caficultores intervienen en todo el proceso productivo, desde la plantación hasta la entrega al consumidor, pasando por el despulpado, procesamiento y tueste del grano, así logran mejorar la calidad del café y producir convencionales y especialidades.
La asociación también ve una gran oportunidad en desarrollar actividades como el ecoturismo del café, aprovechando el paisaje de los llanos orientales para ofrecer servicios de senderismo, paisajismo y educación sobre la producción cafetera que también les permita comercializar el producto, artesanías y demás artículos elaborados por los miembros de la asociación y resguardos indígenas.
Epifanio resalta la importancia de hacer los aportes al Sistema de la Protección Social, especialmente por los 12 trabajadores vinculados a Café Masú. Ellos cotizan a pensión, acceden a servicios de salud y están cubiertos por la ARL ante cualquier eventualidad o accidente laboral.
En su opinión ésta es la mejor manera de proteger a los trabajadores y a la asociación, y de seguir adelante con su proyecto social y productivo. Así, contribuye a mejorar la calidad de vida de sus asociados, de los resguardos indígenas y del país, aportando al desarrollo de la región de los llanos orientales.
En el mes del café, la UGPP resalta historias de vida como éstas y reconoce la labor que tienen los caficultores en la economía del país, e invita a todas las personas que hacen parte de esta actividad a que mientras diversifican sus negocios alrededor del café contribuyan al Sistema de Seguridad Social para protegerse y proteger a sus familias.